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Visual thinking sobre evaluación

En la actualidad, todo docente debe conocer y saber llevar a cabo una evaluación adecuada y adaptada a sus alumnos y alumnas. Esto permitirá plantear un proceso de enseñanza y aprendizaje exitoso y de calidad.

Para ello, como docentes siempre debemos plantearnos tres cuestiones a responder ante la evaluación: QUÉ, CÓMO Y CUÁNDO. Por este motivo, mi visión de la evaluación a través de esta técnica, "visual thinking", recoge como eje principal estas tres preguntas que siempre deberán guiar nuestro proceso evaluador. 

Como docentes, deberemos tener en cuenta que la evaluación no solo debe contener un conjunto de conocimientos y competencias que deben adquirir nuestros alumnos, sino que esta debe ir mas allá e incluir todo el proceso de enseñanza y aprendizaje en el que, por supuesto, también hay aspectos tan importantes en nuestros alumnos como las emociones o los valores y actitudes que tienen en su vida familiar y escolar. Este aspecto ha sido mencionado por múltples autores e incluido en artículos como el que publica el periódico El País. Enlace al artículo.

Por otro lado, deberemos tener claro que la evaluación no es un proceso exclusivo de los alumnos, sino que nosotros y el propio proceso deberán estar sometidos a un análisis sumativo con el fin de comprobar y mejorar de manera continua. 

Llegado este punto, es fundamental que una vez que sepamos qué queremos evaluar o quiénes son los agentes de esta evaluación, tengamos claro la manera de llevarla a cabo, es decir, las herramientas que necesitamos o de las que nos podemos ayudar. En este sentido, no solo deberemos contemplar mecanismos objetivos, sino que toda evaluación debe ser el resultado de un conjunto de instrumentos, indicadores y rúbricas que entrelacen datos objetivos, medibles y cuantificables con otros que nazcan de la observación directa del propio proceso. Además, la evaluación no es un proceso unidireccional, que sola incluya el análisis del profesor a los alumnos, sino que estos también deben evaluar al profesor, así como evaluarse a ellos mismos o a sus propios compañeros.

Por último, es importante que no olvidemos los momentos en los que debemos llevar a cabo la evaluación, es decir, aquella respuesta a la pregunta de CUÁNDO EVALUAR. En este sentido, la evaluación no debe ser un registro aislado, sino que en la actualidad, todo docente debe abogar por un proceso sumativo y procesual que se aplique al principio, durante y al final y que permita analizar al alumno en todo su proceso.

Todos estos aspectos he tratado de plasmarlos a través de una técnica que, hasta el momento, era poco conocida para mí, pero que, a partir de ahora aplicaré más en mi trabajo diario. Mediante ella, he podido organizar los aspectos que considero más importantes de la evaluación de una manera muy visual, sencilla y esquemática que me permite organizar muy bien la información. Si quieres saber más sobre esta técnica yo he consultado esta página web.


Mis expectativas


Mi nombre es Manuel Pedrosa Martínez. Mi pasión por el deporte y mis ganas de inculcarla en los más pequeños han hecho que una de mis metas profesionales fuera ejercer la docencia; y aquí estoy, tras mucho esfuerzo y formación,  realizando mis prácticas como funcionario en el CEIP Miguel Hernández de Leganés, siendo tutor de 4º (Matemáticas, Lengua y Plástica) y especialista del área de Educación Física en 4º y 6º.

Este blog surgió como medio para vincular mi labor en el aula y en el patio al tiempo de ocio de mis alumnos, basado en un proyecto de medio ambiente guiado por LEJA, mascota y dinamizadora del mismo.

Centrándome en el curso que nos ocupa, he decidido matricularme en el mismo, entre otros motivos, por la importancia que tiene para un docente mejorar cada día, y entiendo que una de las maneras que más contribuyen a este propósito es la formación continua, y en especial, aquella referida con temas tan importantes y tan cambiantes (y necesitados de cambio) como es la evaluación.

Otra de las cuestiones que me parecen destacables son las necesidades que como docente me surgen en relación con los procesos de evaluación, donde destacaría, por ejemplo, adquirir un amplio abanico de herramientas de evaluación que garanticen una  evaluación objetiva acorde a los propósitos que nos marquemos, y sobre todo, adaptadas a nuestro alumnado.

Los motivos que me han llevado a matricularme en el curso así como las necesidades a las que hacía referencia más arriba, hacen que este curso tenga, entre otras, las siguientes metas a conseguir:

-        Partiendo de mi área, la Educación Física, me marco como principal expectativa profundizar en la evaluación formativa para que esta me allane la ardua labor de evaluación dentro de grupos tan heterogéneos donde conviven el interés o desinterés por la actividad física, diferentes niveles de competencia motriz, o diferentes grados conductuales.

-        A nivel general como docente, dominar esta evaluación formativa para asegurar, de algún modo, que el seguimiento del aprendizaje de mis alumnos sea lo más objetivo posible, haciéndole partícipe de sus avances para alimentar la motivación por aprender.